jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Ciencia o Filosofía?

Dos modelos con fuertes argumentos, con diferentes posiciones y mucha historia.

Por un lado tenemos a la Filosofía. Se basa prácticamente en lo que ha ocurrido a lo largo de la vida. Ella, se crece con la experiencia. Es un saber radical y sobre todo racional, ya que busca el fundamento de todo.
Uno de los aspectos a los que yo personalmente le doy gran importancia, es a que la filosofía no se limita solo a un modo específico, si no que busca cualquier método para expresarse. Y no solo le doy especial importancia a ese, si no también a que trabaja con aportaciones de otros saberes distintos, para que así, de esa manera, su tesis pueda tener argumentos y contrargumentos para buscar posiciones correctas e incorrectas y hacer más fuerte la opinión, porque de esa manera nuestro ensayo no podrá ser ''destruido''. Por último, la filosofía, aporta todo el sentido posible a lo que hay, que yo doy por hecho que es la vida. Con esto, pretende enseñarnos, nuevos modos de vida.

Por otro lado tenemos a la ciencia, que por el lado contrario, tiene un campo delimitado y no puede tener una ''explanada'' de ideas o hipótesis fiables al 100%. La ciencia tiene unos sucesos o unas acciones que las explican pero con teorías y algunas no demostradas, parecido a esto, tienen también modelos específicos, así que como he dicho antes, solo podrán demostrar lo que conozcan según sus métodos, sin tener ni la certeza ni la fiabilidad máxima que se puede tener. La ciencia ha tenido, tiene y tendrá contenido propio y por supuesto teorías demostradas y fiables, pero nunca será todo lo que ella diga, cierto, porque no tiene ''pasado'' ya que todo lo que pasa es nuevo y constantemente va cambiando. No puede aferrarse a ideas pasadas. La ciencia, trata de lo que hay, es decir, del hoy por hoy.

Con estos dos argumentos, doy por hecho, que no podría quedarme con ninguno de los dos modelos, ya que los dos tienen pros y contras como todo en la vida. Es una comparación parecida a la siguiente; Es como si una madre tuviera que elegir entre sus dos hijos al mejor, no podría, porque aunque tengan sus cosas buenas y malas, son suyos.

Creo que ha quedado claro que no elegiría a ninguna, porque para mí, no hay mejor ni peor, simplemente... Hay.